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VISIÓN DE MERCADOS

2023 ha sido un año en el que las previsiones del consenso de mercado eran que China creciera y Estados Unidos decreciera, sin embargo, ha sucedido todo lo contrario. A nivel sectorial ha sorprendido el buen comportamiento de las grandes empresas tecnológicas impulsadas en gran parte por los avances de la inteligencia artificial en detrimento de los sectores de salud y alimentación cuyo carácter estable y defensivo no ha generado demanda por parte de los inversores al no haber llegado la tan esperada recesión.

2024 va a estar determinado por los siguientes factores:

  1. Desaceleración del crecimiento principalmente debido a la desglobalización y al efecto retardado consecuencia de las subidas de tipos de interés.

  2. La más que probable consolidación de la tendencia de estabilización de la inflación.

  3. El inicio de bajada de tipos de interés.

  4. Año electoral para el 40% del PIB mundial con especial relevancia las elecciones al Parlamento Europeo y Estados Unidos, teniendo en cuenta que históricamente lo que sucede en la economía suele ser más importante para los mercados que lo que sucede en las urnas.

  5. Riesgos geopolíticos: Rusia-Ucrania, Oriente Próximo.

MACRO

Vemos cierta divergencia en el crecimiento a nivel global:

Europa, actualmente enmarcada en un entorno de bajas valoraciones y excesivo sentimiento pesimista sobre la región por ser la zona geográfica más expuesta a los conflictos geopolíticos más importantes, sin embargo siempre ha tenido un factor de acíclico en entornos de desaceleración por el mayor peso del sector público en su economía y a nivel sectorial por el mayor peso de bancos y eléctricas, de ahí que nuestro posicionamiento hacia la región sea neutral, a pesar de que Alemania continua en un periodo de recesión técnica.

Pensamos que Estados Unidos va a moderar su ritmo de crecimiento como consecuencia de:

  1. un progresivo equilibrio entre la oferta y demanda de trabajo,

  2. caída del consumo por la reducción de los niveles de ahorro y del efecto de los altos tipos de interés.

 

No obstante, vemos una clara mayor resiliencia en la economía estadounidense que en la europea por su mayor peso en los sectores manufacturero/energético y por su privilegiada situación geográfica alejada de los conflictos geopolíticos, de ahí que las estimaciones de crecimiento de beneficios del S&P 500 para 2024 sean de más del 8% y que nuestro posicionamiento hacia la economía sea de sobreponderar.

Esperamos una continuidad en la caída del crecimiento de China, situándose este en el 4,5% este año, por el repunte del proteccionismo, exceso de endeudamiento de su sector inmobiliario y una demanda interna muy lastrada por el sector industrial y exterior. En nuestra opinión la recuperación de China dependerá de la estabilización del sector inmobiliario (ayudas por parte del gobierno que permitan absorber la gran masa de pisos vendidos en promoción y no entregados) y de la recuperación de la confianza en el sector privado (apoyada por un sector público más sensible). Un punto favorable a destacar son sus bajos niveles de inflación que permiten a su autoridad financiera ser más proactivos en su política monetaria y fiscal de ahí que nuestro posicionamiento hacia el país sea sobreponderar.

RENTA FIJA

Después de dos años caracterizados por subidas de tipos de interés, creemos que los bancos centrales probablemente empiecen a recortar tipos en algún momento del segundo o tercer trimestre de este año. Pero si bien el momento exacto no está claro, la historia nos dice que los mercados en general se anticipan, y empiezan a descontar los recortes con seis a nueve meses de antelación, de ahí que, ahora que los rendimientos han vuelto a niveles normales y la política monetaria ha alcanzado su punto máximo en los mercados desarrollados, nuestra recomendación en esta clase de activo sea de asegurar rendimientos de calidad a largo plazo en las carteras de bonos tradicionales, sin necesidad de recurrir a emisores arriesgados para encontrar tales rendimientos.

En definitiva, en un más que probable entorno en el que la inflación está bajando y de posibles bajadas de tipos de interés, sobreponderamos la renta fija de calidad con grado de inversión y cierta exposición a duración.

RENTA VARIABLE

A pesar de que en términos relativos la atractiva rentabilidad de los bonos reduce el interés en renta variable, consideramos que esta clase de activo tiene un papel clave en una asignación diversificada, como cobertura frente a la inflación.

Concretamente en el actual entorno de crecimiento moderado global nuestra preferencia en esta clase de activos es hacia valores de calidad con sólidos balances y con cierto carácter acíclico, tales como:

  1. Salud (actualmente saliendo del bache de beneficios tras la pandemia y a medio-largo plazo favorecida por la demografía).

  2. Consumo básico y discrecional (alimentación, bebidas).

  3. Tecnología (directa e indirectamente favorecida por la inteligencia artificial y robotización). Como comentario, nos gustaría señalar la conveniencia de ajustar al crecimiento del S&P 500 el peso de un 30% que tienen en el mismo las grandes tecnológicas.

  4. Transición energética (sector recientemente castigado por las subidas de tipos de interés, pero con un importante potencial crecimiento a largo plazo muy sostenido por los apoyos y requisitos de los gobiernos)

 

Concretamente en un entorno de moderado crecimiento global sobreponderamos en esta clase de activos valores de calidad con sólidos balances y con cierto carácter acíclico, menos vulnerables a un hipotético repunte de la inflación y a la recesión:

  1. Salud (favorecida por la demografía, saliendo del bache de beneficios tras la pandemia)

  2. Consumo básico y discrecional (alimentación, bebidas, lujo…)

  3. Tecnología (favorecido por la inteligencia artificial y robotización)

  4. Transición energética (sector fuertemente castigado por las subidas de tipos de interés)

 

Como comentario, nos gustaría señalar la conveniencia de ajustar al crecimiento del S&P 500 el peso de un 30% que tienen en el mismo las grandes tecnológicas.

Si miramos hacía Estados Unidos los datos de empleo y consumo siguen robustos y respaldan unas estimaciones de crecimiento de beneficios para el S&P 500 de más del 8% en 2024, de ahí nuestra preferencia por la economía americana frente a la europea, más debilitada esta última.

DIVISAS

Pensamos que la evolución del dólar frente al resto de divisas va a estar marcada por las próximas decisiones de la FED sobre tipos de interés. Concretamente, pensamos que si comienzan a bajar los tipos antes en Estados Unidos que en Europa el dólar podría depreciarse moderadamente frente al euro. Dicho esto, vemos conveniente mantener en las carteras cierta exposición al dólar por diversificación y también por sus posibilidades para invertir en activos que ofrecen rentabilidad y crecimiento de beneficios muy atractivos.

CONCLUSIÓN

Vemos una clara oportunidad en los bonos de alta calidad con cierta duración. Asimismo, consideramos que la coyuntura para los activos de renta variable de calidad y acíclicos también es favorable ya que cada vez es más evidente que vamos hacia un escenario de “aterrizaje suave", el cual combinado con recortes de tipos ofrecería para una cartea mixta lo mejor de ambos mundos.

 

Como resumen, en el entorno actual recomendamos posicionarnos de la forma siguiente:

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