VISIÓN DE MERCADOS
Arranca un nuevo año en el que lo más destacado va a ser la falta de predictibilidad, ya que continúan muchas de las incertidumbres geopolíticas, económicas y financieras que marcaron el año 2022.
MACRO
Hay un consenso generalizado de una reducción del crecimiento de la economía mundial (PIB), debido esencialmente a que se está prolongando más de lo esperado la Guerra de Ucrania y, consecuentemente, continúa la presión inflacionista por el lado de la oferta derivada de esta, lo cual está provocando un alargamiento de las políticas monetarias restrictivas por parte de los principales bancos centrales.
Esta situación ha llevado a los principales analistas a pronosticar para este año 2023 una significativa caída del crecimiento económico, tal como es el caso del Banco Mundial que en sus últimas revisiones pronostica para la economía mundial un crecimiento de +1,7% en 2023 y un +2,7 % en 2024, frente al fuerte rebote experimentado tras la pandemia +5,9% en 2022 y +2,9% en 2021.
A pesar de que hay un consenso generalizado de que la economía mundial no va a entrar en crecimiento negativo, es posible que algunas regiones experimenten puntualmente una recesión moderada y limitada en el tiempo.
RENTA FIJA
Una de las mayores preocupaciones para este año entre los analistas financieros es la sostenibilidad de la deuda con altos tipos de interés, sobre todo tras el importante incremento de esta, estos últimos años, como consecuencia de las ayudas para paliar los efectos de la pandemia de 2020. En nuestra opinión mientras la diferencia entre los tipos de interés y la inflación sea negativa, como prevemos sucederá durante el primer semestre de este año, esto no es un problema, ya que tal diferencia negativa erosiona (deflacta) la deuda.
No obstante, a finales de año, estimamos que se confirme la tendencia de reducción de inflación, esencialmente por la normalización de la reducción de la oferta (energética por la guerra en Ucrania, por la escasez de bienes de equipo debido a la pandemia), y que una vez que se haya absorbido la presión inflacionista, vuelvan gradualmente las políticas expansivas de los bancos centrales, lo cual implicará la recompra de bonos y bajada de tipos de interés, que contribuirán a la sostenibilidad de la deuda.
Tampoco prevemos que vaya a haber una gran presión inflacionista debido a la transición energética tal y como auguran algunos analistas, ya que los avances tecnológicos en este área van a seguir abaratando el coste medio de producción de la energía. Ni prevemos que pudieran impactar significativamente en la inflación los anuncios de políticas proteccionistas en las principales economías desarrolladas, ya que estimamos que la implementación de estas será un proceso gradual y no drástico en el tiempo.
Como consecuencia de lo anterior sobrepondremos esta clase de activos diversificado en los distintos niveles de riesgo, incluso en “High Yield” ya que no estimamos un aumento significativo de las tasas de morosidad en línea con nuestra visión macro de no previsión de una recesión global. Asimismo, vemos oportuno anticiparnos, aumentando gradualmente la duración en los niveles de riesgo.
RENTA VARIABLE
A pesar del significativo ajuste de las valoraciones (P/E) en 2022, para la primera mitad de año nuestra previsión en esta clase de activos es de cautela, prefiriendo sectores con un sesgo más defensivo, menos vulnerables a la inflación y a la recesión, concretamente:
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Salud (favorecida por la demografía, innovaciones biotecnológicas tales como la tecnología ARN mensajero desarrollada a raíz de la pandemia que se podrá aplicar a otras enfermedades)
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Consumo básico (alimentación y bebidas)
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Energía (petróleo)
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Financiero (beneficiado por las subidas de tipos de interés)
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Activos reales (oro, materias primas, inmobiliario)
No obstante, a lo largo del año, habrá que estar muy atentos a los indicadores económicos, y a medida que se confirme la caída de la inflación y la moderación del crecimiento, anticiparnos, aumentando gradualmente la exposición a empresas de crecimiento tales como tecnológicas y lujo.
DIVISAS
Hace mucho tiempo que no había un consenso tan alto de previsión a la baja del dólar frente al resto de divisas, lo cual a menudo suele resultar en un efecto contrario, de ahí que nuestra posición sea neutra.
Dicho esto, dado que es una de las clases de activos más difícil de prever, pensamos que la exposición a dólares debe ser la solución para seleccionar una inversión adecuada, y no el punto de partida de la ecuación.
CONCLUSIÓN
Vemos una clara oportunidad en los bonos, sin embargo, consideramos que la coyuntura para los activos de renta variable no tiene todavía mucha visibilidad, de ahí nuestra sobreponderación en esta clase de activos hacia aquellos con un sesgo más defensivo tanto por sectores como por regiones.
En resumen, consideramos conveniente en el entorno actual posicionarnos de la forma siguiente:
